No se puede responder a esto con facilidad. Todas ellas tienen series interesantes, así que cualquiera te hará pasar buenos momentos, pero también tienen grandes pegas. Repasamos lo peor de las plataformas de streaming.
1. Netflix y su algoritmo. El algoritmo de la plataforma no es un mero sistema de recomendaciones: es un psicólogo digital con acceso a tu historial de lágrimas, antojos nocturnos y arrepentimientos matutinos. Cuando te sugiere 3 metros sobre el cielo por tercera vez en semana —justo después de tu ruptura— o A todos los chicos de los que me enamoré en plena madrugada, no es casualidad. ¿Será una indirecta de que tu vida amorosa es un drama sobrenatural? Es hora de aceptar que el algoritmo conoce tu alma mejor que tu madre.
Pero lo peor es cuando te sugiere “Series similares a The Crown“ y te muestra El marginal… porque, claro, ambos tienen gente que usa trajes. O si se pone en plan “”Como viste A ciegas, aquí tienes A ciegas 2: Ahora con más ciegos (y menos sentido). Y si por error le diste “play” a La casa de papel, prepárate para que te recomiende La casa de蜡笔小新 (sí, existe).
Lo peor, las listas de las más vistas, donde reina con el número uno por ejemplo 50 sombras de 365 Días pero luego las grandes joyas como Seven o Sin perdón las oculta, no sea que alguien las vea. El catálogo oculto de Netflix: Donde van las películas que ni ellos saben que tienen. Ejemplo: ¿Tienes ganas de un thriller noruego de 2012 protagonizado por un tipo que se parece a Stellan Skarsgård? ¡Netflix te cubre!
2. HBO, Max, HBO Max o como se llame: Donde las series buenas van a morir… y luego resucitan por protestas en Twitter. Descubres que Westworld ha sido cancelada, pero And Just Like That… tiene 3 temporadas y sumando. Si tu serie favorita sobrevive en HBO Max, no la celebres… reza. El CEO David Zaslav convirtió HBO Max en un Frankenstein de contenido. Que sí, que tú te apuntas porque puedes ver Succession, Euphoria, Los Soprano —todo lo que huele a Emmy y sangre de guionista—, pero luego te estrenan Naked Atraction, una especie de reality show con gente desnuda que hubiera firmado con gusto Mariano Ozores.
3. Amazon Prime Video: El cajón de sastre donde The Boys y Las aventuras de Tadeo Jones son vecinos. ¿Quieres ver un drama oscuro o una comedia familiar? Prime te recomienda… ambos a la vez. Si te gustó la película de animación sobre un constructor torpe reconvertido en arqueólogo aventurero, la plataforma te indica que debes ver la sangrienta serie de superhéroes que sirve como crítica del capitalismo feroz, donde Patriota aplasta cabezas. Aquí, la única regla es que no hay reglas: después de maratonear Reacher (violencia hipermasculina en HD), puedes relajarte con Cloe, el secreto de los unicornios (magia, purpurina y lecciones de amistad). Porque en Prime Video, el algoritmo no entiende de tonos, géneros ni coherencia emocional: solo sabe que, si clicas, ellos ganan.
4. Apple TV+: Donde sólo hay 5 series… pero todas tienen presupuesto para comprar un país pequeño. La plataforma de la chequera infinita se caracteriza por sus presupuestos descomunales: The Morning Show, Foundation o See no solo tienen actores A-list, sino escenarios, efectos y vestuarios que hacen parecer Juego de tronos una obra de teatro escolar. ¿Otra serie de robots existencialistas? Apple prefiere invertir en dramas sofisticados o sci-fi épico antes que en reality shows de influencers. El resultado: series impecables… que a veces sólo ve tu tío que colecciona iPhones.
5. Paramount+: La plataforma que existe porque alguien dijo: ¿Y si revivimos CSI: Miami en 4K?. Su catálogo es como el armario de tus abuelos: lleno de cosas viejas que podrían ser valiosas. Allí encuentras desde un walkman funcional hasta un disco de Vin Diesel cantando villancicos: un mix de nostalgia, rarezas y algún que otro diamante enterrado bajo capas de polvo corporativo. Mientras Netflix y Disney+ compiten por originalidad, Paramount+ abraza su rol de “museo streaming” con una estrategia clara: resucitar franquicias viejas, añadirles HDR, y cruzar los dedos.
6. “Disney+: El reino donde todo es remake, secuela o un cameo de Stan Lee póstumo”. Próximamente: Bambi 2: El Juicio, ahora con más CGI y trauma generacional. Los Live-action sólo sirven para arruinar tu infancia en 4K. La Sirenita con colores alterados, Mulan sin canciones (ni gracia), y El Rey León pero que parece un documental de La 2… Si Walt Disney levantará la cabeza, pediría volver a congelarse. También abundan las secuelas que nadie pidió, como Star Wars: La Remesa de Grogu — 10 episodios de un bebé Yoda comiendo huevos de rana (spin-off de un spin-off).
La paradoja de Disney+ consiste en que es el único lugar donde puedes ver la misma historia contada 3 veces:
- Versión original (digamos, Aladdín).
- Remake en live-action (con un Genio que parece un filtro de Instagram).
- Serie de TV sobre el primo tercero de Jafar (Jafar: Origins, exclusiva en streaming).
Aquí, la creatividad es como el Yeti: todos hablan de ella, pero nadie la ha visto en años. Al menos, piensa que tu suscripción paga los abogados que extienden el copyright de Mickey Mouse hasta el año 3000.
