Los fans del espacio-tiempo estaban listos para alucinar con El Imperio contraataca, la esperadísima secuela de La guerra de las galaxias. Luke Skywalker se entrenaba con Yoda, Darth Vader afilaba su respiración, y Han Solo… bueno, Han Solo seguía siendo un chulo galáctico.
Pero algo perturbaba la Fuerza. En los despachos de la distribuidora española, un murmullo recorría las oficinas:
—“Oye… ¿estás seguro que queremos estrenar El Imperio contraataca el 20 de junio?”
—“¡Claro! ¡Es Star Wars! ¿Quién va a competir contra eso?”
—“…Mariano Ozores”.
Se hizo el silencio. Un ejecutivo dejó caer su café. Otro empezó a sudar frío. Porque sí, en esa misma fecha, el maestro de la taquilla patria, el emperador del cine de humor ibérico, el mismísimo Mariano Ozores… ¡estrenaba ¡Yo hice a Roque III!
Protagonizada por Andrés Pajares y Fernando Esteso y su inigualable talento para meterse en líos con suegras, abogados y señoras en ropa interior, aquella comedia prometía llenar los cines desde Linares hasta Lugo.
La distribuidora lo vio claro: si estrenaban El Imperio contraataca al mismo tiempo que Ozores, los espectadores españoles, en vez de viajar a Hoth o luchar contra el Imperio, iban a irse en masa a ver a Pajares y Esteso intentando recuperar a su exmujer… o al menos sus calzoncillos.
Así que tomaron una decisión drástica:
¡Retrasar el estreno de Star Wars en España!
Sí, en ningún otro país del mundo, ni siquiera en Endor, ocurrió algo así. Pero en España, el miedo no lo daba Darth Vader.
Descanse en paz Mariano Ozores. Si no la habéis visto, haceos un favor y poneos La hora incógnita, que está en Flixolé, una joya del cine de ciencia ficción patrio.
