1. Titanic (1997). – La tragedia marítima… o no
En España, Titanic sería otra cosa. Para empezar, el barco no se hunde porque “el primo Manolo” lo esquiva porque está acostumbrado a los baches de su barrio. Cuando el capitán ve el iceberg, en vez de maniobrar dice:
— “¡Bah! Eso lo esquivo por mis narices. Sujétame el cubata”.
Y Jack no muere congelado en el agua, porque su madre le ha puesto tres camisetas interiores, un forro polar y la bufanda de la abuela que “abriga más que una manta eléctrica.”
2. Batman (1989) – El caballero oscuro… de Albacete
Imagino a Batman patrullando Madrid en lugar de Gotham. Pasa más tiempo atrapado en la M-30 que combatiendo el crimen.
El Batmóvil está en doble fila, la Batseñal no funciona porque “se fundió la bombilla y hay que llamar al electricista”, y cuando se encuentra con el Joker, este le suelta:
— “Eh, colega, que tienes más pasta que el Ibex 35, págame unas cañas antes de pegarme, ¿no?”
Al final, Batman acaba en un bar con el Joker, pidiendo unas bravas y llamándole “hermano”.
3. Interstellar (2014). – El viaje intergaláctico… con bocadillos
Si en Interstellar los astronautas fueran españoles, irían al espacio con una mochila llena de embutidos. Y cuando Matthew McConaughey ve el agujero negro y suelta la frase dramática de:
— “No sabemos qué hay al otro lado”.
Siempre habría un español que diría:
— “Bueno, pues vamos a verlo, total, si hemos sobrevivido a los precios del alquiler, a esto también”.
4. El bueno, el feo y el malo (1966) – Western a la española
Si esta peli transcurriera en España, el duelo final no sería con pistolas, sino con miraditas asesinas en la cola del supermercado. Un duelo de abuelilas a ver quién tiene más derecho a la caja rápida con 21 productos “que parecen menos.”
Y la banda sonora, en vez de la icónica melodía de Ennio Morricone, sería un “Paquito el chocolatero“.
5. El Mago de Oz (1939) – Castilla-La Mancha Edition
Dorothy y sus amigos no caminan por un camino de baldosas amarillas. No. Caminan por la autovía en obras desde hace 15 años. En lugar del León Cobarde, llevan a un manchego que dice:
— “Cobarde no, pero antes de enfrentarme a la Bruja Mala, un vinito cae”.
6. Piratas del Caribe (2003) – Versión gaditana
Si Jack Sparrow fuera español, se pasaría la película con una cerveza en la mano y negociando con Hacienda para “hacerse autónomo” y no pagar impuestos por su barco.
La brújula que no señala el norte en realidad apunta a la playa donde mejor se tapea.
7. E.T. (1982) – Extraterrestre en España
Si E.T. aterrizara en España, los niños no lo esconderían en un armario. Se lo llevarían a una feria y le harían probar churros con chocolate. E.T., emocionado, cambia su icónica frase a:
— “Mi caaaaaña, mi caña”.
Y en vez de llamar a casa, llama a la abuela para que le haga una tortilla.
8. Matrix (1999) – La simulación… del sistema sanitario
Neo descubre que vive en una simulación, pero en España se tarda tres meses en conseguir cita con el Oráculo. Cuando llega, le dice:
— “Tienes que elegir entre la pastilla roja o la azul… pero la azul no la cubre la Seguridad Social.”
Morpheus le ofrece salir de la Matrix y Neo responde:
— “¿Salir de aquí? ¿Y perder el menú del día por 14 euros? Ni loco.”
9. Jurassic Park (1993) – Dinosaurios y tapeo
En lugar de un parque lleno de dinosaurios peligrosos, tendríamos un zoológico donde los dinosaurios se pasean tranquilamente porque los empleados los han alimentado con sobras de paella.
Y el Velociraptor no ataca, porque ha descubierto las siestas y ya no tiene ganas de cazar.
10. El Señor de los Anillos (2001) – Mordor, pero en Sevilla
Si Frodo tuviera que cruzar España para tirar el anillo al Teide (porque el Monte del Destino se nos queda corto), se encontraría con 50 peajes, una obra en la A-2 y al Guardia Civil diciéndole:
— “¿A dónde va con esa cara de trasnochado y un anillo sospechoso?”
Mientras tanto, Gandalf en el AVE:
— “Un mago nunca llega tarde… excepto cuando hay retraso de Renfe”.
Y hasta aquí la entrada del blog de hoy, porque si sigo dándole vueltas, acabamos viendo Los Vengadores en el bar de Manolo peleando por quién paga la última ronda.
