
Acabo de ver en Netflix “El gatopardo”, quizás no tan buena como la película de Luchino Visconti, pero al menos mejor que cuando la plataforma destrozó “Rebeca”, otra novela que había dado lugar a una obra maestra. En cualquier caso, me he acordado de los guionistas que adaptan libros como el de Giuseppe Tomasi di Lampedusa. Pienso que estos profesionales tienen la profesión menos agradecida del mundo.
