Según cuenta en una entrevista incluida en el último número de Empire Magazine, Warner Bros. lo contrató originalmente para dirigir Troya, el épico relato mitológico que finalmente acabó firmando Wolfgang Petersen en 2004.
Christopher Nolan explica que, tras Insomnia (2002), el estudio le ofreció ponerse al frente de Troya. Sin embargo, cuando Warner decidió cancelar el proyecto de Petersen Batman vs Superman, el director alemán pidió recuperar la película que él mismo había desarrollado inicialmente. El estudio aceptó, desplazando así a Nolan.
La ironía, como señala el cineasta británico, es que el proyecto que recibió “de consolación”, según recordó recientemente el guionista David Goyer, fue Batman Begins (2005). Ese giro lo encaminaría hacia la trilogía que redefinió la figura del superhéroe en el cine y que allanó el camino para títulos como El caballero oscuro u Oppenheimer.
Wolfgang Petersen, por su parte —autor de El submarino—, no volvió a recuperar el favor crítico tras el tibio recibimiento de Troya, pese a sus más de 490 millones de dólares de recaudación mundial. Su siguiente trabajo, Poseidón (2006), sería prácticamente su despedida de Hollywood.
Christopher Nolan también revela que el universo mitológico de Troya nunca dejó de rondarle la cabeza. Desde hace décadas fantasea con cómo abordaría elementos como el caballo de Troya, lo que ha alimentado su interés por dirigir La Odisea, adaptación de la epopeya homérica que se mueve en la misma cronología y que llegará a los cines el 17 de julio de 2026 de la mano de Universal Pictures.
