En una entrevista publicada por Variety, Steven Soderbergh menciona que ha hablado con el guionista Scott Z. Burns sobre una continuación de Contagio, pero que aún no han encontrado el enfoque adecuado. Destaca que la clave del éxito del film fue su realismo, lo que permitió que el público se identificara con la historia tanto en su estreno como una década después, cuando ocurrió la pandemia de COVID-19.
Para una secuela, señala que el tema tendría que ser algo actual y plausible, un fenómeno que sólo necesite un pequeño empujón para convertirse en una crisis global. Menciona, por ejemplo, los efectos ambientales a largo plazo de lo que comemos y respiramos, así como la presencia de microplásticos en nuestro organismo, lo que podría convertirse en una amenaza aterradora y realista.
En resumen, Contagio 2 no está confirmada, pero sigue en conversaciones. Si se realiza, abordaría una nueva crisis de salud pública basada en hechos científicos y con un tono de horror realista, como la primera película.
Además, Steven Soderbergh habla también sobre su nueva película, Black Bag, un thriller de espías protagonizado por Michael Fassbender y Cate Blanchett, inspirado en ¿Quién teme a Virginia Woolf? pero con agentes secretos. Destaca que la historia gira en torno a dos cenas cruciales, que fueron un reto de dirección. También menciona su preferencia por películas cortas y eficientes, como Black Bag (93 minutos) y Kimi (90 minutos), y que siempre deja tiempo para volver a rodar escenas si es necesario mejorar la claridad narrativa.
Sobre el estado del cine, expresa su preocupación porque el público dice querer películas inteligentes, pero no las apoya en taquilla. Explica que Black Bag fue financiada por un estudio tradicional, ya que los servicios de streaming la rechazaron. También habla sobre Hollywood y las franquicias, afirmando que los grandes estudios no lo consideran seriamente para dirigir películas de sagas, lo cual no le molesta, ya que no quiere forzar proyectos sólo por dinero. Además, confiesa que nunca haría un wéstern porque le tiene miedo a los caballos.
En cuanto al cine y la política, Steven Soderbergh señala que hacer una película sobre un presidente como Donald Trump es complicado, ya que la realidad supera la ficción. Prefiere abordar temas universales, como hizo en Traffic. También menciona que está escribiendo un libro sobre la dirección de Tiburón, analizando cómo Spielberg convirtió un rodaje caótico en un clásico.