¿Qué mejor manera de capturar el fin del mundo que con la misma cámara con la que haces selfies en el baño? Claro, ¿para qué gastarse miles de dólares en cámaras profesionales cuando puedes comprar un teléfono que además te sirve para pedir una pizza?
Espero que no se le acabe la batería. Ya me imagino a Boyle, en medio de una escena crucial de zombis corriendo por la ciudad, gritando: “¡Corten! ¡El iPhone está al 5%! ¿Alguien tiene un cargador? Y ni hablar de la edición! “¿Cómo quedó esa toma, Danny?” “No lo sé, pero la publiqué en TikTok y ya tiene 300.000 likes, así que supongo que está bien.
Las tomas nocturnas, por supuesto, son todo un reto. La noche y el iPhone, enemigos eternos. “Eh, zombis, ¡quietos ahí! Con poca luz el iPhone se pone en modo ‘arte abstracto’, y va a parecer que os hubiera pintado Picasso después de una noche de fiesta.
¿Y qué decís del título? Ya hemos pasado los 28 días después, luego las 28 semanas… ¿y ahora qué? ¡28 años! Básicamente, los infectados ya deben tener derecho a pensión. Además, estos muertos vivientes llevan 28 años haciendo lo suyo. Los pocos humanos que sobrevivieron ya han aprendido a vivir con ellos, como si fueran vecinos incómodos. ¡No hay acción trepidante, ahora son reuniones de la comunidad! “¡Oye, Zombi Juan, ya te dijimos que no te comas a los repartidores de Amazon, por favor!”
Se ha dicho también que Cillian Murphy sólo reaparecerá brevemente. Ya lo veo en el set preguntando: “Oye Danny, ¿de verdad vuelvo sólo para un cameo? ¿Después de todo lo que corrí en la primera, ahora me queréis en plan “¿Dónde está Wally?” en la tercera?”
Y Boyle, muy zen: “Mira, Cillian, esta vez es más sencillo. No te preocupes por correr. Te despiertas de la siesta que te pegaste al final de la primera peli, ves que han pasado 28 años, y te vuelves a dormir. Breve, pero impactante. ¡Es cine elevado!”