En el nuevo largometraje de Laura Jou, apadrinado por el mismísmo Juan Antonio Bayona, nuestra Belén Rueda interpreta a una entrenadora de gimnasia artística que prepara a sus pupilas con mano de hierro. Ella realiza un trabajo sobresaliente, y el planteamiento tiene su empaque, pero se desinfla poco a poco.
A lo largo de mi vida he encontrado a gente que hace honor a su nombre, por ejemplo una amiga que se llama Mari Cielo, que es un Cielo, un vecino Plácido que no se levanta del sofá, y una familiar bautizada Catalina que sale todos los fines de semana a montar en bici. El mejor, un antiguo compi de instituto campeón de artes marciales que se apellida Azcárate. Me decía “he probado el kung-fu, el aikido, el taekwondo y el judo, pero la primera vez que hice kárate sentí que era lo mío”.
También se dan casos de famosos a los que les ocurre algo parecido, como la banquera más forrada de toda España, Patricia Botín, o el nadador argentino Matías Ola, así como el deportista estadounidense Tennys Sandgren, que triunfa con la raqueta. Irónicamente, el nudismo lo fundó un sociólogo alemán, Heinrich Pudor.
En el mundo del cine nos podemos encontrar un poco de todo, pues por ejemplo John Carpenter pese a su apellido no acabó como carpintero, prefirió hacerse realizador. Pero también me he encontrado con otros profesionales que parecían destinados a la profesión a la que se dedican.
Hace unos años, mantuve una conversación con Oren Peli, director de Paranormal Activity (sí, ésa en la que te podías tirar quince minutos observando a una pareja durmiendo, como si fueras retrasado). No me pude resistir a consultarle si era consciente del significado de su apellido en español, según el cual estaba destinado a dedicarse al cine (se puede leer aquí). “Nunca me había planteado dedicarme a esto, porque no poseo los estudios necesarios para ello. Era imposible que acabara dirigiendo nada”, me respondió.
Pocas actrices exhiben tanta belleza en pantalla como Maria Bello. Bill Condon dirigió la película Kinsey, sobre el famoso sexólogo, artífice de la llamada “libertad sexual”. Ha escrito films sobre tipos que usan la fusca, o sea la pistola, el guionista John Fusco, responsable de títulos como Arma joven. El realizador Pablo Malo ha honrado su apellido con películas tan infumables como La sombra de nadie. Fred Zinnemann sólo podía dedicarse al Séptimo Arte. No sorprende mucho que pensaran en Vin Diesel para protagonizar la saga automovilística iniciada con A todo gas.
Me apasiona el caso de un tipo que se llama Rob Bottin, por lo que estaba cantado que iba a dedicarse al maquillaje y diseño de criaturas mecánicas en el film RoboCop, sí, ése cuya publicidad rezaba “mitad hombre, mitad máquina, todo policía”.
En cualquier caso, mi favorito siempre será el prolífico diseñador de vestuario de Hollywod Joseph Porro, profesional de títulos como Cosecha propia, sobre unos tipos dedicados al cultivo de marihuana, o Super Mario Bros, que a juzgar por los resultados está rodada por apasionados del hachís.